Música

coments



domingo, 30 de agosto de 2015

Tercer Capítulo (Alec)

Estaba editando el capítulo 12 cuando me surgieron ganas de publicar una entrada, así que aquí os dejo el siguiente capítulo. No sé si lo indiqué antes pero la imagen de la cabecera es de Yuuki Kuran del foro de crepúsculo. ¡Hasta pronto! :D


Capítulo 3



Alec


Me hallaba en mi habitación hablando con mi hermana Jane, cuando oí unos pasos acercarse hacia donde estábamos nosotros.

—Alec, Aro quiere hablar contigo—informó Renata asomando su cabeza por la abertura de la puerta.

—Muchas gracias, Renata— miré a mi hermana, algo extrañado, ¿para que me quería Aro? Ella se encogió de hombros contestando a mi pregunta. Mi hermana y yo nos llevábamos muy bien, tanto que, a veces, prácticamente nos podíamos leer la mente. Ella suspiró resignada, luego retomaríamos nuestra charla. Salí de mi habitación y me dirigí en silencio hacia el salón principal.


—Querido Alec— Me saludó Aro, alegre, nada más verme — adelante. Queremos hablar de un tema muy importante contigo. —

Entré en el salón y cerré la puerta tras de mí, me dirigí hacia los tres tronos de los Vulturis y me quedé de pie justo delante.

—Queremos que nos hagas un pequeño favor—dijo Aro mirándome fijamente. — ¿Te acuerdas de Renesmee?

—Por supuesto que sí, amo. Es la hija de Edward y Bella, del clan de los Cullen.— contesté, me acordaba perfectamente de esa niña.

— Exacto—sonrío. —Queremos que nos hagas un pequeño favor respecto a esa preciosa niñita. —Su sonrisa se ensanchó aún más mientras que yo me mantuve impasible, ¿preciosa? ¡Pero si era un híbrido! Una mezcla de vampiro y humano, ¡¿como iba a ser linda una cosa así?!

—Queremos que vayas a Forks en son de paz, y que enamores a esa niñita con tu encanto. Una vez que la hayas conseguido y sea tuya, quiero que la traigas a Volterra. —Ordenó

— ¿Qué? ¿Enamorar a un híbrido? ¡Eso es una aberración!—Salté todo indignado pero, ¿acaso Aro había enloquecido? No iba a enamorarme de un híbrido, y mucho menos fingir que estoy enamorado de uno de ellos.

— ¡No es ninguna aberración, Alec! – Me contestó Aro corrigiéndome y se acercó a mí para coger mi mano y acceder a todos mis pensamientos. Lo dejé hacer, despreocupado, dudaba de que un gesto así cambiara mi opinión sobre esa cría. —Como ya te he dicho no es ninguna aberración. Renesmee es un híbrido, como tú bien has dicho. Pero ella es vampiro en parte, así que no es ninguna aberración—soltó mi mano y sonrío. — Además, cuando ella esté entre nosotros seremos mucho más fuertes. —Afirmó, así que era por eso.

Entonces Aro sonrió maliciosamente y no sé que es lo que pasó, pero en aquel momento tuve la necesidad de obedecer mi amo e ir hasta Forks para enamorar a esa niña.

—De acuerdo amo, enamoraré a esa niñita—dije entonces de manera automática.

—Muy bien, Alec—Aro, sonrío aún más. —Tómate a Renesmee como… Tu premio por tantos años de servicio a los Vulturis. — sugirió.

—Si, amo—Asentí. — ¿Cuándo parto hacia Forks? —pregunté, impaciente.

—Ahora, si quieres. —Me contestó él.

—De acuerdo, me marcho ya—me giré y salí hacia el largo pasillo encontrándome con mi hermana.

— ¿Qué quería Aro?—Preguntó ella con el ceño fruncido.

— Me marcho a Forks, hermana—avisé dirigiéndome a la salida del castillo.

— ¿A Forks? — preguntó extrañada— ¿Aro te ha mandado a hacer un recado allí?— Siguió curiosa, ¿se lo decía? Mi hermana odiaba a esa niña tanto como a su madre, quién debido al escudo mental que poseía era inmune al don de Jane y al mío. Nunca lo aceptaría.

—Más o menos—contesté ya partiendo, me giré y la miré con una sonrisa — ¡Nos vemos, hermana!— me despedí y luego de reunir lo imprescindible salí corriendo en dirección a la ciudad.


Decidí ir en avión ya que tardaría menos en llegar que corriendo durante todo el trayecto, así es que me compré un billete de avión.

Para pasar más desapercibido entre tanto humano me saqué la capa y la guardé en la mochila que llevaba.

Nada más llegar a mi terminal subí al avión, ya que estaba a punto de despegar. Me tocó en uno de los últimos asientos:

Me estaba entrando sed entre tanto humano… Me fijé en la mujer que estaba a mi lado, su olor era exquisito, tan dulce… Era muy tentador. Pero tuve que controlarme si quería pasar desapercibido, así es que empecé a pensar en los años y años que llevaba sirviendo a los Vulturis.

La verdad es que llevaba bastantes años en la guardia. Gracias a Aro, mi hermana y yo seguíamos vivos. Si no hubiese sido por él habríamos muerto ya hace tiempo. Por eso le debemos tanta lealtad a Aro, porque él nos salvó la vida.

Mi hermana estaba al mando entre nosotros dos, ya que su poder era mejor que el mío, por eso Aro le tenía en mejor consideración que a mí. Estaba seguro de que si Jane hubiese sido un chico la hubiese mandado a ella en vez de a mí, pero como no lo era, no le quedaba otra que mandarme a mí…

Antes de que se acabase el viaje pasé por el baño a ponerme unas lentillas marrones, pues aunque los Cullen sabían perfectamente quién era y a que venía, no me convendría asustar a los humanos con mis ojos escarlata.


Después de un largo viaje aterricé en Forks y decidí ir a comprarme un poco de ropa común antes de ir a visitar a mis “amigos” los Cullen.

La verdad es que ya les podía considerar como tales, porque íbamos más de visita a Forks que a otros puestos del mundo. A aro le seguía fascinando su modo de convivencia y cada vez que podía enviaba a alguien a visitarlos o a, simplemente, observarlos. Lo que equivalía a lo mismo. Yo no entendía porque tanta fascinación, era cierto que formaban un aquelarre bastante numeroso, pero el que tomasen sangre de animales en vez de la humana hacía que no les tuviese en muy alta estima. Tampoco eran poderosos, ni agresivos, todo lo contrario. Aunque debía admitir que varios de sus miembros tenían muy buenos dones. Debía de ser por eso.

Luego de comprarme ropa y cambiar mi ropa habitual por unos tejanos grises y una camiseta blanca, decidí ir hacia la casa de los Cullen, que quedaba bastante alejada del pueblo de Forks.

Cuando iba por los bosques que estaban alrededor de casa de los Cullen oí unos cuantos gruñidos a lo lejos, pero pasé por completo de ellos, mi objetivo no eran esos estúpidos lobos, sino la niña de los Cullen. Renesmee...

No hay comentarios:

Publicar un comentario